Parece mentira lo que me han cundido estas dos ultimas semanas. Casi ni me he enterado y prácticamente tengo un mes en Francia, que no en Lille.
La semana pasada la pase en Metz (Lorena) una ciudad rodeada de vegetación, la verdad es que me impresiono la llegada en el tren, bosque, bosque y a la vuelta de una colina Metz. Me gusto, no tuvimos muchas oportunidades para salir, estábamos haciendo un seminario para voluntarios, pero las aprovechamos. Conocí un montón de gente interesante, entre ellos dos españoles con los que me puede quitar el gusanillo del español.
La verdad es que allí y hasta ahora mi francés no ha mejorado mucho, no así como mi ingles, que es el idioma que hablo la mayor parte del tiempo.
Esta semana tampoco he andado muy sobrada de tiempo y la verdad es que se me ha pasado volando. En mi trabajo celebramos la semana europea de la juventud, y todos los voluntarios que viven conmigo en Lille han colaborado en estas jornadas por lo que he tenido muy buen ambiente, perfecto para poner a todos en aviso de que era mi cumpleaños e invitarles a cenar todos juntos en la resi.
El plan: a las siete a petición suya (aquí todos cenan tempranito) en el comedor de la resi, tortillas de patata, chorizo de la rioja, jamón con tomame (Mama gracias por el envió), quesos y vino francés (eche de menos un Buradón).
Cuando llegaron traían regalos, chocolate, flores, discos, una chaqueta... no lo esperaba, pero ya veis... La verdad es que entre todos hicieron de mi cumpleaños aquí un muy buen día, todos ellos y todos vosotros, con vuestros mensajes, llamadas, mails... Gracias a todos, os sentí muy cerquita.
* Las fotos son todas de la formación en Metz.