Salsa pij en Lille

He cumplido una semana aquí y no os puedo hablar de la que sera mi rutina, porque cada día en Lille es diferente, francés, olor a pan recién hecho, bienvenidas, incluso clases de salsa...

Podía parecer que ya estaba instalada, se moverme y orientarme por la ciudad, tengo mi propia cuenta bancaria, mi propio carnet de transporte, voy y vengo de un extremo a otro todos los días y se donde me sale más barata la compra, pero no he cumplido aun con ninguna rutina.

Si! conozco mi lugar de trabajo y se cual va ha ser mi ocupación en el PIJ, Punto de Información para Jóvenes (las siglas en francés coinciden), pero aun no he ejercido demasiado, las clases de francés, las idas y venidas (hora y diez minutos me separan del trabajo), he incluso una huelga contra el ajuste de presupuesto que el gobierno del presidente francés ha propuesto para el año que viene se han cruzado con mi horario laboral, que se ha visto reducida a dos tardes y un día completo.

Mi trabajo estos días consiste en enterarme del funcionamiento de PIJ y de echar una mando en todo lo que pueda para la preparación de la Semana de Europa, que sera dentro de una semana, y que tiene a todo el PIJ revolucionado. Hasta ahora es todo lo que sé en cuanto a lo laboral se refiere. Pero en este momento tengo en mente otra cosa: El próximo Lunes me marcho a Metz, en la región de Lorena, para realizar unos cursos de formación de voluntarios en Francia. Durara una semana y coincidiremos allí todos los voluntarios que hallan llegado a Francia en el último mes independientemente de su procedencia, vamos que la cosa pinta bien, por lo menos de momento.

Adoquines y hierba bajo el sol

Adoquines y hierba bajo el sol de Lille, así ha sido mi primer fin de semana. Lo he pasado haciendo algo que me encanta: paseando. Paseando sola o acompañada, de todo he tenido.

Sola conociendo, observando, buscando la manera de orientarme hasta hacerme con un mapa de la ciudad. Acompañada disfrutando de rincones, de tiendas y panaderías exquisitas y también porque no, disfrutando de conversaciones difíciles en un idioma que no es el mio. La verdad es que tengo que agradecer a Isabell (Suecia) y Maria (Alemania/Italia) su buena voluntad y paciencia, son dos voluntarias encantadoras con las que he encontrado un rinconcito para mi en esta ciudad.

De momento y contra todo pronostico el sol me acompaña en una ciudad en lo que no se deja ver muy a menudo, incluso han llegado a decirme que me he traído un trocito del sol de España,
bonito verdad? El caso es que sea como sea, ver el sol brillando cada día ha hecho mis primeros días aquí más agradables a todos los sentidos. Sí, ya sé que no debo acostumbrarme... pero me gusta.

Tocando Lille

Llegué a Lille, pase por dos aeropuertos y tres estaciones de tren (Bilbao – Bruselas – Lille). Mi tutor habla español lo que me ha venido muy bien para estos primeros días que se me han hecho un poco difíciles y sobre todo agotadores.

La residencia esta bien sobre todo las zonas comunes aunque la habitación de primeras me impresiono un poco, digamos que simple es poco: mesa, silla, cama y mini-frigorífico es todo lo que hay. Pero bueno agua fresquita en la repisa de la ventana, música de fondo, su fotografía y la cama bien hecha y parece otra cosa.

En estos dos días he asistido a un seminario de formación para organizaciones de acogida (todo en francés), he estado en una cena de bienvenida para todos los habitantes de la residencia con demostración de break-dance incluida. He conocido mi lugar de trabajo (a una hora de mi residencia cogiendo dos autobuses y el metro) también a las que serán mis jefas que parecen bastante majas. (Trabajaré en la promoción de la movilidad de los jóvenes y en la prevención de los malos hábitos alimentarios. Además también necesitaran ayuda para la actualización de su web.)

Y en todo este tiempo no he podido ver la ciudad ya que todo lo que he hecho hasta ahora se ha desarrollado fuera de la ciudad, hasta que ayer por la noche fui con el resto de voluntarios a la proyección de una película en un centro cultural en el que trabaja uno de ellos, el sitio era una pasada, me encanto, la película estuvo bien aunque si os soy sincera no me enteré de mucho (era ingles subtitulada en francés) pero lo mejor vino después cuando junto a otras tres voluntarias decidimos volver a casa andando, ese fue mi primer contacto real con Lille.

20 kilos nada más

Solo 20 kilos!
Mi equipaje está hecho y tras hacer y deshacer la maleta un par de veces, no creo que haya conseguido dar con el peso justo, pero bueno, apelaré a la buena voluntad de los trabajadores del aeropuerto y espero hagan la vista gorda a esos kilitos de más.

Me quedan horas en España, estoy nerviosa, aun tengo mil cosas en la cabeza, detalles, cositas que no puedo olvidar... Quiero meterme en la cama, despertar mañana y que todo fluya. Quiero llegar a Lille, deshacer la maleta y pasear, ver como es la ciudad en la que pasaré estos meses. Quiero pisar sus calles centricas adoquinadas y darme cuenta que de verdad mi aventura a comenzado.

Deseadme suerte!